¿Qué competencias TIC propone UNESCO para los docentes?

Desde un tiempo a esta parte, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) se convirtieron en una herramienta en la vida diaria, modificando muchos de los códigos a los que la sociedad estaba acostumbrada. Hoy en día es imposible pensarse sin la influencia de las tecnologías, alrededor de las cuales se modelan prácticamente todos los elementos que nos resultan conocidos.

Es por este mismo motivo que la UNESCO ha determinado un Marco de competencias requeridas para que los docentes puedan brindar a sus alumnos una formación que contemple los desafíos y beneficios que supone trabajar con la tecnología, siendo esta un instrumento preparado para que los estudiantes de todas las disciplinas puedan perfeccionarse en su desempeño profesional y conformarse como miembros de la sociedad de manera sólida y participativa. 

Qué debe saber un docente sobre las TIC

Un docente es quien guía a sus alumnos a través del sinuoso camino del aprendizaje, en materia humana y académica. Si bien las tecnologías ya gozan de un uso continuo en el día a día, dentro del campo institucional todavía resulta necesario -y provechoso- que los educadores puedan adquirir determinadas herramientas como propias para transmitir las mismas oportunidades a los estudiantes. 

Según el Marco estipulado desde 2018 por la UNESCO, que contempla la agenda 2030 en relación al desarrollo sustentable, y ofrece, además, orientaciones para generar  programas de enseñanza  eficaces, las competencias se dividen en seis campos:

A su vez, cada una de estas competencias se observan en relación con tres aspectos o niveles de implementación: 

• Adquisición de conocimientos

• Profundización de conocimientos

• Creación de conocimientos

Las TIC en el área de estudio: objetivo y beneficios

Según la UNESCO, “El  Marco  entiende  que  los  maestros  necesitan  utilizar  métodos  pedagógicos  adecuados  a  sociedades  del  conocimiento  en  rápida  evolución.” Sin la pedagogía no sería posible implementar las tecnologías de manera viable en los ámbitos de estudio. En esta instancia, es necesario que lo digital, lo académico y lo social se encuentren para generar los beneficios esperados.

Pero, ¿cuál es el objetivo? Formar profesionales que no solo puedan rendir eficientemente en sus roles laborales, sino personas que, a su vez, sean capaces de enseñar, compartir e insertarse en la sociedad como sujetos activos en la toma de decisiones. 

Cada una de las competencias estipuladas por el Marco comprende beneficios, tanto para alumnos como para docentes. En sus tres niveles (adquisición, profundización y creación) se observan distintos escalafones de aprendizaje. El primero, permitiendo implementar las tecnologías dentro de lo ya conocido; en el segundo se modifican las metodologías  de enseñanza; el tercero supone generar conocimientos e ideas innovadoras que puedan aplicarse tanto dentro del aula como fuera.

Conclusión 

Teniendo en cuenta que los docentes deben impartir conocimientos a estudiantes de distintas edades, género y trasfondo socio-cultural, es imprescindible que las metodologías se adapten a cada una de estas realidades. Así, mientras los educadores incorporan estas competencias para hacer el traspaso generacional hacia sus alumnos, estos recorren el mismo camino con quienes vienen después.

En conclusión, vivimos en un mundo que crece rápidamente bajo el influjo de las tecnologías digitales, y en el que es fundamental conocer las múltiples oportunidades de generar con una implementación adecuada, enriqueciendo académica, cultural y personalmente a cada uno de sus usuarios, ofreciendo rutas hacia nuevos horizontes. 

Desde el primer lanzamiento del Marco hasta su última actualización, se ha demostrado su utilidad en asistir a docentes de todas partes del mundo durante su trayectoria a través de la enseñanza, tanto pública como privada.